12 diciembre 2009

Adiós, abuela

Y entonces vio la luz. La luz que entraba
por todas las ventanas de su vida.
Vio que el dolor precipitó la huída
y entendió que la muerte ya no estaba.

Morir es sólo morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva,
es cruzar una puerta a la deriva,
y encontrar lo que tanto se buscaba.

Acaba de llorar y hacer preguntas,
ven al amor sin enigmas ni espejos,
descansar, vivir en la ternura,

tener la paz, la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
luz, tras tanta noche oscura.

José Luis Martín Descalzo
"Testamento del pájaro solitario" (1991)

04 diciembre 2009

El hermano de las moscas

Autor: Jon Bilbao (blog)
Salto de Página, Madrid, 2008
374 páginas. Colección Púrpura
Depósito Legal: M 55952-2007 __ ISBN: 978-84-935635-6-1

Texto de la contracubierta:
Héctor es un hombre tranquilo que ocupa un cargo de responsabilidad en una refinería de petróleo y vive felizmente casado en una apacible zona residencial. El mismo día en que nace su primogénita, recibe la visita inesperada de su hermano Grego. Éste lleva una vida errática y aventurera en el sudeste asiático, malviviendo de los escasos ingresos de un negocio de alquiler de embarcaciones. Visiblemente enfermo, se retira a descansar al cuarto de invitados. A la mañana siguiente, Héctor encuentra la habitación ocupada por un inmenso enjambre de moscas. Los insectos, miles, tapizan las paredes. Y no hay rastro de Grego. Desde ese momento la familia se ve inmersa en una pesadilla brotada de su propio seno, horrible y fascinante a un tiempo, que pone a prueba la resistencia de sus vínculos y amenaza la cordura de cada uno de sus miembros.

Con esta impecable y sugerente novela Jon Bilbao se revela como una de las voces más sólidas de la actual narrativa española.
Llegué a la novela después de que ganara el premio Xatafi (ex aequo con "El mapa del tiempo", de Félix J. Palma) con excelentes críticas. El premio Xatafi es, ante todo, un premio de ciencia-ficción y fantasía, género fantástico que suele decirse hoy en día. Y, sin embargo, esta novela destila realismo por todas sus páginas, muchas de las cuales son una precisa descripción de una vida corriente: una cena, un día de trabajo, una visita. El elemento fantástico está presente en todas las páginas, inspira al relato y atrapa al lector, que devora las páginas buscando... una solución, quizá. En suma, una excelente variación del clásico tema del hombre corriente enfrentado a una situación extraordinaria. No voy a adelantar el final; el texto anterior apenas resume el primer capítulo y el lector encontrará mucho más si me hacen caso y no se lo pierden.

Otras opiniones con más fundamento:
pjorge, Ismael Martínez Biurrun, Un idioma sin fronteras (RNE; podcast)